Sinceramente, pocas flores hay más bonitas y que den un toque de color y alegría al hogar que las orquídeas. Sin embargo, muchas personas no las cultivan porque creen que su mantenimiento es muy complicado. Pero la realidad es que no es así. Desde aquí te vamos a explicar cómo hacerlo para que luzcan radiantes y no se te marchiten.
Búscale un lugar adecuado a tus orquídeas
Esto es lo primero y, probablemente, lo más importante. Si no la pones en un sitio adecuado difícilmente conseguirás que crezca y alcance su máximo esplendor. En concreto, el lugar en el que debes emplazar la maceta tiene que ser un poco húmedo y contar con mucha luz. Sin embargo, sobre él no debe incidir la luz del sol de forma directa en ningún momento.
Además, las orquídeas requieren de una buena ventilación. Por ello, nuestro consejo es que las coloques a cierta distancia de cualquier ventana que tengas en casa y que posea orientación este o norte. En verano es necesario que la alejes un poco más de ella que en invierno para evitar que sufra una insolación.
Entonces, ¿no puedes colocar tus preciosas orquídeas en el balcón? La respuesta es que sí, pero con condiciones. Estas flores se desarrollan en plenitud a temperaturas de entre 17º C y 23º C. Sin embargo, mueren cuando descienden de los 8º C y cuando se elevan por encima de los 30º C. Tenlo presente.
¿Qué cantidad de agua necesitan las orquídeas?
No demasiada. De hecho, una vez cada diez días es suficiente en invierno. Y, en verano, cada tres o cinco, según cómo de altas hayan sido las temperaturas. La clave para saber cuándo es el momento perfecto para regar tus orquídeas lo encontrarás echando un vistazo a la tierra. Esta debe haberse secado por completo antes de volver a agregarle agua.
Las raíces de las orquídeas son bastante sensibles a la humedad. De hecho, cuando se saturan, es habitual que empiecen a pudrirse o que favorezcan la aparición de hongos. Ambos son problemas de difícil solución y que suelen dar como resultado la muerte de la planta.
Pero, ¿cuál es la forma adecuada de regar las orquídeas? Es un poco curiosa. Se hace así:
- Llena un barreño de agua lo suficientemente grande como para que quepa toda la maceta.
- Sumerge la base hasta que el agua llegue al tallo.
- Mantenla así hasta que dejen de brotar burbujas.
- Sácala y ponla a escurrir.
- Cuando deje de gotear, devuélvela al tiesto y, si es necesario, agrega un poco más de sustrato.
Por su parte, las hojas y pétalos de las orquídeas no se deben mojar. Así que, si al regarlas ves que caen gotas sobre ellas, sécalas lo antes posible.
¿Es necesario trasplantar las orquídeas?
Sí. Aproximadamente, una vez cada dos años. Eso sí, esto no quiere decir que debas sustituir el tiesto por uno más grande cada vez. Las raíces de las orquídeas, como dijimos antes, necesitan oxigenarse muy bien, por lo que es preferible optar por una maceta más pequeña en la que no quepa tanta tierra.
Eso sí, cuando realices el trasplante, es necesario que pongas en el nuevo sustrato un compuesto de corteza de pino y poliestireno. Lo venden en la mayoría de tiendas especializadas en jardinería, así que no te preocupes. Tampoco agregues demasiado fertilizante.
¿Qué plagas afectan más a las orquídeas?
Las orquídeas, como cualquier otra flor o planta, pueden verse gravemente perjudicadas por la presencia de plagas de insectos. En este caso, las cochinillas, los pulgones y los ácaros son los más perjudiciales para ellas. Para evitarlas, lo primero que debes hacer es estar muy pendiente de ellas. Revísalas, al menos, una vez a la semana en busca de presencia de estos nocivos bichos. Y, si detectas alguno, no dudes en utilizar un insecticida específico.
Las hojas de las orquídeas muestran su estado de salud
Por ello, debes prestarle también bastante atención. Las señales que evidencian son las siguientes:
- Si poseen un color verde brillante y alegre, significa que la planta está sana.
- En cambio, si muestran un color verde oscuro, la planta te está pidiendo mayor cantidad de luz, así que deberás cambiarla de sitio o, al menos, acercarla a la ventana.
- Por último, si las hojas se tornan rojizas o muestran manchas negras, significa que les has proporcionado demasiada luz y que han resultado dañadas por la radiación ultravioleta. Así que aléjalas de la ventana.
En definitiva, esto es todo lo que debes saber sobre el cultivo y el cuidado de las orquídeas. Como habrás podido comprobar, su mantenimiento no es nada complicado y, además, se trata de una planta que muestra a las claras cuando tiene algún problema. Por ello, si te encanta la viveza de sus colores y su aroma, no tienes excusa para no poner algunas en tu casa.