La palta, también llamada aguacate o aguacatero, es una planta arbórea de gran interés en América del Sur y cada vez en más cantidad de países ajenos al continente. No es de extrañar teniendo en cuenta el formidable sabor y las múltiples cualidades de su fruto. Sin embargo, es bastante caro. Por ello, aquí queremos explicarte cómo la puedes plantar en casa de forma muy sencilla.
¿Cómo plantar aguacates?
El proceso consta de tres fases y lo puedes llevar a cabo en casa sin ningún problema. Vamos a verlas.
Germinar la semilla
Lo primero es guardar la semilla del último aguacate que te hayas comido. Posteriormente, has de buscar un lugar soleado en el que realizar el cultivo. Llegado a ese punto, sigue estas instrucciones:
- Corta la semilla de palta. Es fundamental que, cuando lo hagas, no elimines la piel que la rodea y que la separa de la pulpa. Puedes usar también cuatro palillos de madera.
- Limpia la semilla. Deberás usar agua en cantidades abundantes para eliminar cualquier resto de pulpa adherida a ella. Corta con un cuchillo la parte más puntiaguda.
- Llena un vaso con agua. Introduce la semilla de modo que la punta cortada quede hacia arriba. Ha de quedar sumergida hasta la mitad, aproximadamente. Para ello, ayúdate de los palillos para que la sujeten en el borde del recipiente.
- Ponla al sol. El mejor lugar para que la semilla eche raíces es la terraza o el balcón. En él recibirá abundante sol. Este árbol crece especialmente bien cuando la temperatura es templada.
- Espera. La raíz empezará a ser visible una vez transcurridas entre 3 y 4 semanas. Brotará desde la parte inferior, mientras que por la superior germinará la planta con sus hojas.
Trasplantar la palta
Es algo que debes hacer cuando la planta alcance, aproximadamente, los 10 cm de altura. Para ello, lo mejor es utilizar una maceta que tenga entre 20 y 25 cm de diámetro y que esté llena de sustrato vegetal especialmente indicado para cultivos tropicales. Hazlo así:
- Sujeta la planta con una mano de modo que el borde superior de la semilla quede a unos 3-4 cm del borde la maceta. Trata de distribuir homogéneamente las raíces.
- Ahora, con la otra mano, empieza a agregar el sustrato a la maceta. El hueso del fruto debe quedar cubierto completamente, pero no así el tallo o se pudrirá.
- Riega. La tierra de la palta ha de estar siempre húmeda. Sin embargo, has de tener cuidado de no ahogarla.
- Para saber si la riegas demasiado o muy poco, fíjate en las hojas. Si las puntas se tornan marrones será que le falta agua. En cambio, si se vuelven amarillas en su conjunto, significa que la estás regando demasiado.
Trasplantar la palta
Es la última fase del proceso. Para llegar a este punto, has debido hacer bien todos los pasos anteriores y esperar a que la planta alcance los 40 cm de altura. Esa se considera la medida estándar que necesita para afrontar el cambio con garantías. Debes llevarlo a cabo de este modo:
- Busca una zona amplia y soleada. Ten en cuenta que la palta puede crecer de forma indefinida durante años. De hecho, en las condiciones adecuadas, se convertirá en un árbol de considerables dimensiones que dé fruto. Así que instala la planta en un jardín o en la maceta más grande que puedas. Eso sí, también necesita algunas horas de sombra.
- Haz un hueco en la tierra utilizando una azada. Debe ser suficiente como para que quepan holgadamente las raíces.
- Retira la tierra acumulada entre las raíces. Ten mucho cuidado para no romperlas.
- Introduce la palta en el agujero, reparte las raíces y rellena de tierra.
¿Qué cuidados necesita la planta de palta una vez trasplantada?
El más importante es el riego. La palta es una planta tropical que necesita grandes cantidades de agua. Por ello, te recomendamos que almacenes el agua de lluvia y que instales un sistema de riego por goteo, el cual es mucho más eficiente que cualquier otro.
Por su parte, una vez que la planta alcance los 60-80 centímetros de altura, tendrás que guiar su crecimiento. Pero ¿cómo? Muy sencillo. Solo tienes que clavar algunos palos de madera en la tierra y atar el tallo a ellos. Así te asegurarás de crece hacia arriba y no hacia los lados. Eso también provocará que su apariencia sea mucho más estética.
Además, la palta necesita una buena cantidad de sol cada día. Pero, si en el terreno en el que la planta hace mucho calor, puede requerir también algunas horas de sombra. Tenlo en cuenta.
En definitiva, plantar una palta es más fácil de lo que imaginas. Si lo haces bien, tendrás una buena cantidad de aguacates cuando lleguen los meses de recolecta.