¿Por qué instalar un invernadero en el jardín?

El invernadero ofrece la posibilidad de cultivar una gran variedad de frutas, verduras, hierbas, flores y plantas aromáticas en el jardín. En cuanto a frutas y verduras, todo es posible: ¡tomate, pepino, berenjena, melón, ensalada, brócoli, acelga, espinaca, zanahoria, col, rábano, pimiento, calabacín, remolacha, nabo, uva, kiwi e incluso melón! Si quieres cultivar tus propias frutas y verduras, te explicaremos por qué es importante que instales un invernadero en tu jardín.

¿Cuáles son las ventajas de un invernadero?

En el invernadero, los rayos del sol se posan sobre las paredes transparentes, que se convierten en calor a la salida del vidrio. Este último ralentiza la progresión, lo que provoca un aumento de la temperatura del invernadero. Hay que decir que las ventajas de un invernadero de jardín son numerosas. Ya no tienes que esperar a la temporada alta para cultivar, ¡puedes cultivar frutas y verduras todo el año!

Puedes anticipar tus plántulas gracias al invernadero que proporciona calor, luminosidad y humedad. Protege las plántulas tempranas y las plantas sensibles a las heladas del invierno. Además, la estructura está diseñada para resistir a las inclemencias del tiempo como la lluvia, el viento o la nieve. El invernadero también permite luchar contra plagas como insectos y babosas.

¿Cómo usar un invernadero?

En primer lugar, puedes cultivar en tu invernadero verduras básicas como judías verdes, perejil, puerros, patatas y todo tipo de ensaladas. Una atención especial y permanente es indispensable. Hay algunos gestos que hay que dominar para permitir que tu plantación florezca:

  • luz: para que tus plantaciones aprovechen al máximo la luz, es necesario respetar algunas reglas como limpiar regularmente los cristales, podar el follaje circundante y proteger las plantas del sol;
  • temperatura: para el bienestar de tus plantas, la temperatura debe ser estable y constante. Si tus plantas necesitan calor, también puedes instalar calefacción para el cultivo en invernadero;
  • riego: para nutrir e hidratar tus plantas, puedes suministrarles regularmente agua ya que no se benefician de la lluvia. Es necesario prever un sistema de riego adecuado;
  • aireación: airear el invernadero diariamente regulará la temperatura, la humedad y evitará el moho;
  • organización: se trata de optimizar el espacio con pasillos y estantes para moverse lo más eficientemente posible sin molestias.

¿Cómo elegir un invernadero?

La elección de un invernadero de jardín depende de la superficie de la que dispones, pero también del uso que quieres hacer de él, de la forma estética que deseas, de los materiales que necesitas o incluso de tu presupuesto.

¿Qué tamaño elegir para un invernadero?

Si tienes un pequeño balcón o terraza, un pequeño invernadero es ideal. Debido a su reducido espacio, el mini invernadero está reservado para esquejes y siembra. Un invernadero de jardín mediano te dará más libertad en cuanto a la elección y cantidad de tus plantaciones. Si quieres mantener un huerto al año, un gran invernadero superior a 10m2 te permitirá disfrutar plenamente de esta actividad.

¿Qué tipo de aislamiento elegir?

Tus necesidades y deseos determinarán el tipo de aislamiento. El invernadero frío te permitirá cultivar plantaciones ásperas, con temperaturas que oscilan entre 0 y 15 °C. Si quieres cultivar todo tipo de plantas, el invernadero templado, cuya temperatura se sitúa entre 10 y 18 °C, también permite acoger las plantas en invierno. El invernadero caliente podrá acoger las plantas tropicales gracias a la temperatura que oscila entre 18 ºC en invierno y 30 ºC en verano.

¿Qué material para un invernadero de jardín?

La estructura de PVC es sin duda la más conveniente. Ligero y fácil de mantener, el PVC es un material muy resistente. Es un muy buen aislante contra el frío y el viento. Además, el precio de este material es muy asequible. También tendrás que elegir los materiales para los paneles. Para ello puedes optar por el policarbonato. Sólido y resistente, el policarbonato es más barato y puede ser hasta 100 veces más resistente a los golpes que el vidrio.

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